Una amiga se lo pide cada vez que ella va a competir: ¿me traes una estrella en una caja de cristal? Y ella, con la imaginación de niña y el poder de una verdadera estrella va a cada competición, con las ansias de llegar un poquito más alto.

Nacida hace poco más de 17 años en Caracas, la capital de Venezuela, lleva sólo 3 temporadas dedicadas al Atletismo, específicamente al Salto con Pértiga. La prueba más técnica del programa atlético ha sido para ella cuestión de adaptación, pues proviene de la Gimnasia Artística. En sus propias palabras “las habilidades aprendidas en 7 años de práctica me lo hacen todo más fácil”.

Y a su corta edad ya puede decir que es la primera medallista mundial del atletismo venezolano, pues recientemente en Marrakech, Marruecos, finalizó segunda en el Mundial de Menores de 18 años que organiza la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés).

Ella no es una chica común. Todos los días entrena dos sesiones, una en la mañana y la otra en la tarde. Está plagada de sueños y tiene una fe ciega en su entrenador, el ruso Alexander Radchich.

Ambos están tras un próximo objetivo: superar el record mundial de la categoría. Para ello le restan 4 competencias en el 2005: el Campeonato Sudamericano Juvenil de Atletismo, en Rosario, Argentina; los Juegos Nacionales para atletas menores de 25 años, en Venezuela y otras dos pruebas clasificatorias para estos juegos. Ella confía en “al fin lograr el bendito record mundial”. Ya lo ha intentado en 4 ocasiones. En todas ha fallado, pero está segura que lo logrará.

El año 2005 ha sido maravilloso para Keisa, pues a su corta edad ya es la recordista de pértiga de Centroamérica y el Caribe en todas las categorías. Tan pronto como el 28 de mayo igualó, con 4.20, los records del área para juveniles (menores de 20 años) y mayores. Unos días después, el 4 de junio, se adueñó en solitario de todos los records (desde menores de 18 hasta mayores) de CAC, cuando brincó hasta 4.22.

Luego, durante los Campeonatos Nacionales para menores de 18 años de Venezuela, Keisa saltó 4.25, superándose nuevamente a sí misma y convirtiéndose en la mejor atleta del mundo en su evento y categoría (igualada con la griega Ekateríni Stefanídi).

Con estas credenciales fue a Marruecos y allí hizo válidos los pronósticos: finalizó segunda, con el mismo registro que la griega, pero en un intento más. Los 4.30 que saltó le valieron para superar nuevamente todos los topes de CAC.

Su próxima parada en el año serían los Campeonatos Panamericanos para juveniles (menores de 20 años). Allí Keisa volvió a triunfar. Esta vez con 4.10. A partir de ese instante se desarrollaron eventos que la contrariaron algo. Lo primero fue que sus garrochas no llegaron a Venezuela, procedentes de Canadá y tuvo que hacer un impás en su preparación. Este hecho llegó a afectar su desempeño en los Juegos Bolivarianos de Armenia, Colombia, donde era la clara favorita y no pudo superar el listón en ninguno de sus tres primeros intentos (3.80, 3.90 y 4.00), pues compitió con pértigas prestadas.

El otro hecho que la contrarió fue que, a pesar de tener la marca mínima requerida para asistir al Mundial de Helsinki, no viajó a la capital finesa. Después ella misma pudo notar que hubiera quedado fuera de la final, pues el registro de clasificación fue 4.45, muy por encima de sus 4.30. “Al principio tenía muchas ganas de ir, pero luego me di cuenta que debido al nivel tan alto, no valía la pena competir allí. En otro momento será”.

Es trascendental hacer notar que una chica tan joven sepa sobreponerse a los contratiempos y continúe enfocada y con la mente orientada hacia sus objetivos.

Cuando le comenté sobre Yelena Isinbayeva me dijo “Ella está en muy buena forma; en su mejor momento y lo ha sabido aprovechar. Yo quiero llegar ahí, donde está ella… y más alto. Sabes, tengo algunos recortes de ella pegados en la pared de mi cuarto y me sirve de inspiración.”

Todo es posible, pues Isinbayeva, a su edad, solo saltaba 4.20. Un detalle interesante es que Yelena, como Keisa, proviene de la gimnasia.

Para Keisa el futuro es muy prometedor. Yo le dije que ella podría tocar el cielo con sus manos y para ello sólo debía seguir trabajando duro. Ella sabe que así es y creo que está en el camino de convertirse en la primera venezolana en ascender a la elite mundial del atletismo… por allí han escuchado hablar de ella.

Para llegar al cielo, primero hay que andar por la tierra… eso es lo que está haciendo Keisa Monterola.